Compartir una lucha es compartir cariño. Aquí un texto de mi hermano Jorge Millones invitando a la muestra.
MANIFIESTO
Pocos saben que mi amigo Jorge Miyagui tuvo una época en la que le gustaba el póker. Me decía: "la suerte nunca se queda en un solo jugador", eso se podría aplicar a la política, a la guerra y la vida en general. Miyagui es un buen jugador, hay que serlo para poder jugar con las imágenes y las visiones cómo él lo hace.
Siempre me ha parecido que Jorge Miyagui hace una suerte de alquimia estética en constante búsqueda y movimiento. El arte del manga o del animé japonés, las mitologías orientales y andinas, la ancestralidad y muchos universos simbólicos de otras latitudes del mundo y del Perú se entrelazan en su obra en un equilibrio mágico. Sólo jugando y no tomándose en serio algo tan serio como el juego y los mitos sagrados es que se puede lograr ese equilibrio. Un kimono intervenido para denunciar al fujimorismo y sus crímenes, la voluptuosidad de sus heroínas asociadas a sus mensajes revolucionarios o la lúdica ternura de ositos y pequeños animales o personajes de ensueño hacen nacer una radicalidad corrosiva al orden establecido.
Y es inevitable, hay que hablar del compromiso (apuesta política, mejor dicho) ético-estético-político de Miyagui para afrontar su obra, y desde ella, construir una plataforma para enunciar una serie de mensajes libertarios en una época dominada por pragmatismos de todo tipo, en una época en la que la idea de liberación y emancipación humanas, ha sido dejada de lado. La obra de Miyagui va a contracorriente del arte hegemónico y funcional, acrítico y acomodado en el establishment. La opción por lo popular es otra característica de Miyagui, toma elementos de la cultura popular y las mezcla y las trata con el conocimiento académico, pero no hay allí ninguna relación de subordinación, al contrario, la sapciencia y la técnica se ponen al servicio de la obra, lo popular encuentra su lugar justo y medido.
Es un orgullo para nuestra generación tener a Jorge Miyagui como un representante de nuestras luchas, de nuestras miradas y aspiraciones. La discursividad estética de Miyagui nos ha acompañado desde los noventas y viene atravesando el siglo XXI como una katana, corte limpio y seguro, siempre al lado de los movimientos, de los que resisten, luchan y crean...
Los trovadores tenemos un colega llamado Jorge Miyagui, no canta pero su obra encanta. Cronista con pincel, nos hace un guiño musical con esta muestra llamada MANIFIESTO, titulo del arte poética del gran apu chileno Víctor Jara que Miyagui recoge y hace suya. Manifiesto que nos retrotrae aquel manifiesto del fantasma que recorre el mundo, el espectro que vive, salta y nos asalta desde los cuadros de Miyagui, rebelde e inagotable. "Canto que ha sido valiente, siempre será canción nueva" dice la canción de Jara, y el pincel de Miyagui, es valiente y siempre será nuevo, siempre cantará lo nuevo, y eso nuevo, es el viejo sueño de la justicia. ¡Hasta la victoria siempre tocayo!
Arranca hoy, en unas horas
NO SE LO PIERDAN
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