¡AHORA O NUNCA! La dimensión
histórica del presente
Para quienes nos involucramos con la producción de arte crítico, las redes sociales son herramientas muy importantes ya que nos permiten difundir nuestro trabajo. Cuando me enteré que las personas jóvenes ya no usaban Facebook sino Instagram, me abrí una cuenta en esta red social e intenté familiarizarme con las dinámicas de la plataforma. Como siempre he valorado las posibilidades de archivo y difusión del internet, me costó entender las llamadas “historias”. En ese tiempo, Facebook no podía compartir "historias" como Instagram. ¿Cuál es el sentido de una publicación que solo puede ser vista durante 24 horas? Byung-Chul Han en su libro El aroma del tiempo (2014) propone que actualmente tenemos una experiencia atomizada del tiempo, en donde las intensidades de lo vivido no están conectadas unas con otras. Se trata de un constante momento presente desligado del pasado y de las expectativas sobre el futuro, un tiempo en el que todo es igual de insignificante. Lo contrario a este tiempo disperso, atomizado, sin sentido o como sugiere poéticamente el autor “sin aroma” sería la conciencia histórica, es decir, experimentar el tiempo conectando pasado, presente y futuro en una narrativa que llene de sentido cada momento. Cuando aún no se popularizaban las redes sociales, Fredic Jameson ya había señalado “la desaparición del sentido de la historia” (1998, p. 37), proponiendo como rasgos del posmodernismo “la transformación de la realidad en imágenes [y] la fragmentación del tiempo en series de presentes perpetuos” (p. 38). En esa línea de reflexión, surgió la necesidad de cuestionarme, desde la producción visual, la dimensión histórica del presente y la urgencia del sentido histórico en la vida.
Mis trabajos más recientes abordan la experiencia del tiempo en la era digital, en tensión con el devenir histórico en el plano local y global. Aparecen signos de comunicación electrónica, referencias a procesos sociales y paisajes urbanos. A inicios de 2023, pude presentarlos en la exposición individual ¡AHORA O NUNCA! Se realizó en el Centro Cultural Cholo Terco, ubicado en el distrito de Barranco y luego de unos meses, volví a montar la muestra en el Teatro Vichama, ubicado en el distrito de Villa El Salvador[1]. En Lima, generalmente las exposiciones de arte se preparan con uno o dos años de anticipación, pues el proceso para que una galería tradicional de arte acepte la propuesta de una artista suele ser difícil. Sin embargo, la invitación a realizar esta muestra me llegó dos semanas antes de la inauguración y una semana antes de que naciera mi hija Mikaela Aiko. Yo ya tenía las obras realizadas, pero no contaba con un espacio para exhibirlas, por lo que consideré la oportunidad no como una simple coincidencia, sino como parte de las buenas energías que vienen con una nueva vida.
Para mis primeras exposiciones individuales en el año 2002, yo mismo escribí los textos curatoriales. En aquella época, notaba que existía una renuncia por parte de la mayoría de artistas a pensar su propio trabajo. Asumía que buscaban legitimarse a través de una voz ajena, generalmente un crítico de arte con quien había que entablar amistad para que firmara el texto de la muestra. Por eso, prescindí de curadora o curador y redacté los textos de aquellas primeras exposiciones[2]. Después de 21 años, para ¡AHORA O NUNCA! volví a escribir mi propio texto curatorial, bajo el nombre de una productora de arte ficticia, llamada Desahueving Art Productions[3]. Empiezo citando una famosa frase de Susy Díaz[4]: “Vive la vida y no dejes que la vida te viva”, luego se lee:
¡Ahora o nunca! es un manifiesto anti-utópico y anti-esencialista. No creemos en ningún mundo perfecto que postergue la plenitud de la vida en función del futuro lejano. No asumimos ninguna esencia humana que nos quite la libertad de ser aquello que se nos viene en gana. Es ¡ahora o nunca! porque el momento presente es donde nos jugamos el sentido de lo que somos y el sentido del tiempo.
¡Ahora o nunca! Así afirmamos la dimensión histórica de cada instante. Hacemos frente a una experiencia del presente, desconectada del pasado y del futuro, experiencia común en redes sociales, con publicaciones que duran 24 horas y que olvidamos casi de inmediato. Sobre la experiencia del tiempo, nos resultan significativas las metáforas de Byung-Chul
Han (a partir de una propuesta de Zygmunt Bauman): el turista, para quien todas las vivencias tienen la misma intensidad y por lo mismo, son igual de insignificantes (“que chévere París”, “que chévere Cusco”, “que chévere Cartagena”). Y el peregrino, para quien cada momento del andar es una experiencia única, propia de una parte del camino y vinculada a las otras vivencias (“partí”, “me caí”, “me levanté”, “tomé decisiones”, “fracasé”, “volví a intentar”, etc.)
Entonces, es ¡ahora o nunca! porque hay que llenar el presente de significado, de sentido histórico, conectándolo con el pasado y con una idea de futuro. En el presente escribimos la(s) historia(s) y disputamos lo que venimos siendo. En tiempos de dictadura, cuando el silencio es cómplice, arengamos ¡ahora o nunca! porque, parafraseando una popular canción: la vida es un carnaval y es más bello vivir luchando. Disfruten la muestra artística de Jorge Miyagui ahorita, porque como dice otra canción: “yo no sé mañana, quién va a estar aquí” (Miyagui, 2023, Centro Cultural Cholo Terco)
El texto termina con referencias a canciones que se escuchan en la radio y se bailan en las fiestas: “La vida es un carnaval” de Celia Cruz y “Yo no sé mañana” de Luis Enrique. En estos años de ignominia que vive el Perú, resulta difícil exponer este tipo de obras, a menos que el espacio cultural que te acoja tenga una convicción firme por el pensamiento crítico, la defensa de la vida y los valores democráticos. Para eso también está el arte y valoro la apuesta del Centro Cultural Cholo Terco y el Teatro Vichama, quienes me permitieron llegar con mi arte a públicos diversos con total libertad y sin condicionamientos. Paso a desarrollar las obras presentadas en estas exposiciones, más algunas producidas posteriormente[6]:
2020
(Imagen 1): Políptico realizado durante el primer año de la cuarentena. Perú tuvo
una de las estadísticas más altas de muertes por Covid. El
agua limpia de ríos y playas contrastó rápidamente con la tragedia. Las velas hacen
referencias a los procesos de duelo en momentos en donde no podíamos juntarnos.
Uyary significa escuchar y rimay significa hablar en quechua.
También leemos las siguientes frases: “Perú: 150 mil soles por cama UCI”, “La
salud es negocio de privados”, “Si no pagas ni el cadáver te dan”, “El
neoliberalismo es la muerte”, “La salud es un derecho, no un privilegio”. Quise
cuestionar el mito neoliberal según el cual el mercado se autorregula, como si
no hubiera intereses de élites contrapuestas a los intereses de las mayorías.
Imagen 1: 2020. Jorge Miyagui. Óleo sobre lienzo. Políptico (10 piezas de
0.25 m x 0.25 m c/u). 2020.
Marx Uwu
(Imagen 2): Desde adolescente me
gustó caminar por los parques de noche. Los árboles a contraluz siempre me
ponían en actitud contemplativa, meditativa y resonante, en el sentido propuesto por Hartmut Rosa.
Pensaba que las redes sociales muchas veces promueven una
nueva subjetividad basada en la exposición constante, sin espacio para la contemplación, la interioridad y la resonancia. En este
cuadro, junto a un paisaje nocturno se muestra un sticker de WhatsApp con la imagen de Marx y
referencias al anime Naruto. Uwu
significa felicidad o ternura en la cultura otaku.
Imagen 2: “Marx uwu”. Jorge Miyagui.
Óleo sobre lienzo. 1.00 m x 1.20 m. 2021.
Art Time
(Imagen 3): ¿Vale
la pena usar las redes sociales? ¿Cuáles pueden ser las estrategias de un arte
que pretende ser contra-hegemónico y cuestionar la naturalización de las
desigualdades en tiempos de la imagen digital? En el libro La intimidad como espectáculo (2008), Paula Sibilia nos dice:
“aquel espacio íntimo y denso que constituía la sólida base de la interioridad,
precisaba justamente de la soledad y del silencio para autoconstruirse: debía
fortalecerse a la sombra de las miradas ajenas” (p. 301). ¿Es necesario
recuperar un poquito de interioridad entonces? Interpelándome sobre estos temas
pinté Art time (“Tiempo de arte”),
cuadro en donde se ve al “perro juzgón” y al “gato vegetariano”, personajes que
aparecen en memes y chats, juntos a otros signos propios de la comunicación electrónica:
aviones, corazones, stickers. En la parte derecha, se lee una frase de José
Carlos Mariátegui, el fundador del Partido Socialista Peruano. La frase se
suele sintetizar en espacios militantes y artivistas con la consigna “Por el
pan y la belleza” aunque la cita textual es: “La revolución que será para los
pobres no sólo la conquista del pan, sino también la conquista de la belleza,
del arte, del pensamiento y de todas las complacencias del espíritu”
(Mariátegui, 1988, p. 158).
Imagen 3: “Art Time”. Jorge Miyagui.
Óleo sobre lienzo. 1.00 m x 1.30 m. 2020.
Hábitat
(Imagen 4): Pinté
paisajes urbanos, los cuales me remiten a espacios de contemplación y
resonancia. En tensión con estas representaciones sobrepuse signos de redes
sociales y consignas alusivas a la dimensión cultural del neoliberalismo: la
auto explotación en el mito del emprendedor, el consumo y la acumulación como
sentidos de la existencia, la aceptación acrítica del orden social.
Imagen 4: Hábitat. Jorge Miyagui. Óleo sobre lienzo. Políptico (2 piezas de
0.54 m x 0.65 m y 2 piezas de 0.65 m x 0.54 m). 2021.
La mano invisible del mercado
(Imagen 5): Sobre
manos de madera que se usan para ejercicios de dibujo, escribí frases que
expresan el dogma neoliberal: “El pobre es pobre porque quiere”, “El mercado se
autorregula” y “No protestes terruco” [8]. Están escritas con la técnica del pirograbado.
Al quemar la madera, quise aludir al dolor que causa la normalización de las
injusticias y las desigualdades.
Imagen 5: La mano invisible del mercado. Jorge Miyagui. Pirograbado sobre
mano de madera. 0.20 x 0.9 m (medidas aproximadas). 2023.
Ahorcados
(Imágenes 6 y 7): Coloqué
monigotes usados para ejercicios artísticos sobre formatos del popular juego
“Ahorcado”, el cual consiste en descubrir palabras adivinando letras y en cada
error se va formando el dibujo de una persona ahorcada. Quise cuestionar algunos
sentidos comunes sobre el arte y la vida, funcionales a las lógicas de auto
explotación: “El arte es bonito, espiritual y apolítico”, “Quien se esfuerza
triunfa” y “Lo privado funciona mejor”.
Imágenes 6 y 7: Ahorcados. Jorge Miyagui. Acrílico sobre lienzo y monigote de
madera. 0.60 x 0.90 m y 0.54 x 0.64 m. 2024.
El habitante y el mito
(Imagen 8): Remite
al cuadro Habitante de la cordillera de
Francisco Laso, pintor peruano del siglo XIX. La obra de Laso muestra un indio
sosteniendo un ceramio de la cultura Mochica. En esta propuesta, mis manos cogen un peluche de Elmo leyendo El alma matinal de José Carlos
Mariátegui. El libro menciona la importancia del mito en la acción social
transformadora. Versiones de Elmo han aparecido en movilizaciones sociales,
stickers y memes. En una conversación personal, el músico Jorge Millones asoció
el diminutivo de Elmo: “Elmito”, al mito movilizador del que hablaba
Mariátegui. El emoji del fuego indica
que algo está ardiendo o en buena racha, on
fire como se dice coloquialmente. Por otro lado, Owo en lenguaje otaku, expresa sorpresa y entusiasmo. En tiempos difíciles la fuerza del corazón solidario es importante para la
organización y la resistencia popular.
Imagen 8: El habitante y el mito. Jorge Miyagui. Óleo sobre lienzo. 1.00 x
1.20 m. 2022.
Perú 1992 / Chile 2019
(Imagen 9): Tanto
la constitución peruana como la chilena, fueron productos de golpes de Estado.
Después de protestas y movilizaciones, Chile vivió un proceso constituyente. El
gif con Travolta parece preguntar: ¿y en el Perú para cuándo? En el cuadro, una
imagen corresponde al golpe fujimorista de 1992 y la otra, a pintas realizadas
durante las protestas chilenas en 2019. Entre los grafitis se ven los rostros
del cantante Víctor Jara, asesinado por la dictadura pinochetista y del líder
vietnamita Ho Chi Ming. Se referencia una famosa canción de Víctor Jara que canta
“El derecho de vivir, poeta Ho Chi Ming, que golpea de Vietnam a toda la
humanidad, ningún cañón borrará el surco de tu arrozal, el derecho de vivir en
paz” (1971, 0m13s).
Imagen 9: Perú 1992 / Chile 2019. Jorge Miyagui. Óleo sobre lienzo. 1.00 m x
1.30 m. 2020.
Colonialidad del poder
(Imagen 10): Pinté
un monumento que se encuentra en Lima, muestra a Cristóbal Colón junto a una
mujer indígena semidesnuda con atuendo de plumas, sentada a sus pies. Con una mano,
ella suelta una flecha y con la otra recibe la cruz cristiana que Colón le
entrega. Se sugiere que el colonialismo fue un “proceso civilizador” al que
debemos agradecer. ¿Debemos agradecer el saqueo de recursos, la esclavitud y el
exterminio de indígenas? Al lado derecho, se presencia un Pikachu en medio de
incendios forestales dentro del juego Pokémon Go y una referencia al mapa
invertido del artista uruguayo Joaquín Torres García. Pocas veces pensamos en
que, si vemos la tierra desde el espacio exterior, el norte, el sur, el oeste y
el este, así como el arriba y el abajo son referencias arbitrarias. El
mapamundi expresa una relación de poder: Europa está arriba y al centro. Al
abrirnos a la posibilidad de cambiar totalmente nuestras perspectivas e
interpelar las formas cómo vemos el mundo, podemos encontrar una relación
histórica entre los imperios coloniales, el actual orden mundial y la crisis ecológica.
Imagen 10: Colonialidad del Poder. Jorge Miyagui. Óleo sobre lienzo. 1.20 m x
1.80 m. 2020.
¿El ecologismo buena onda es
funcional al capitalismo ecocida? (Imagen 11): Movimientos
sociales como el feminismo, la disidencia sexual, la lucha contra el racismo y
el ecologismo son cooptados por el capitalismo. Hay campañas de grandes
corporaciones sobre feminismo, diversidad sexual, diversidad cultural o el
cuidado del planeta. Nos dicen que hay que apagar la luz por una hora, cuidar
el agua, hacer activismo limpiando playas y reciclar, pero todo sin cuestionar
el sistema económico. Entonces, ¿el ecologismo buena onda es funcional al
capitalismo ecocida? El cuadro también hace referencia al derrame de 11 900 barriles de petróleo
en el litoral peruano. El ecocidio fue ocasionado por la empresa
española Repsol, el 15 de enero de 2022. Tal vez lo mejor que podemos hacer por
nuestro querido planeta es organizarnos para luchar e imaginar otro modo de
coexistencia.
Imagen 11: ¿El ecologismo buena onda es funcional al capitalismo ecocida?
Jorge Miyagui. Óleo sobre lienzo. 1.00 m x 1.80 m. 2022.
Sin título (Imágenes
12, 13, 14 y 15): Como comenté anteriormente, mi hija nació en febrero de 2023. Debido a los cuidados que demandan los primeros años de crianza, no he tenido disponibilidad para pintar al ritmo habitual. Decidí entonces realizar una serie de obras sobre papel, en la técnica del linograbado. Estas piezas recogen motivos trabajados anteriormente y están pensados para intervenir espacios de activismo y militancia.
Imágenes
12, 13, 14 y 15. S/T. Linograbados sobre papel. Área de impresión: 0.30 x 0.20
m. 2024.
Turista – Peregrino (Imagen
16): Pensando en la experiencia digital en relación con momentos de contemplación, interioridad y resonancia, pinté otro paisaje nocturno. En la parte inferior coloqué signos de Instagram. Al lado izquierdo, sobre imágenes de celulares, se leen expresiones propias de la cultura otaku: Uwu expresa ternura y 7u7 puede significar tristeza o coquetería. Andando entre dos realidades, se ve un personaje con cabeza de emoji. ¿Es un turista o un peregrino?[9] La urgencia del sentido histórico se expresa en las consignas “Existir es resistir” y “Abajo la dictadura”.
Imagen 16: Turista / Peregrino. Jorge Miyagui. Óleo sobre lienzo. 1.20 m x
1.50 m. 2022.
Es pertinente señalar que, en lo que va de la dictadura cívico-militar encabezada por Dina Boluarte
y el Congreso de la República, 50 personas han perdido la vida por la brutal
represión ejercida contra manifestantes. En el contexto de las protestas y los
asesinatos, fui invitado por autoridades de la Universidad Nacional de
Ingeniería (UNI) a pintar un mural en vivo en sus instalaciones (imágenes 17, 18 y 19). El mural fue realizado el 19 de enero de 2023,
cuando las delegaciones que llegaron a Lima para las marchas de
protesta fueron acogidas por esta universidad. En el mural se podían leer las
siguientes frases: “¿Es democracia matar al pueblo?”, “Asesinatos + Prensa
concentrada + Terruqueo + Congreso golpista = Dictadura cívico-militar”, “El
pueblo unido jamás será vencido” y “Organización + Solidaridad popular”. La obra fue borrada rápidamente, al parecer por tensiones internas de la
institución. Sin embargo, el registro en redes tuvo mucha audiencia e interacción. Posteriormente, usando las mismas
plantillas realicé una banderola para el evento “Con el carnaval se resiste” y otro mural en la fachada del Teatro Vichama, el cual
pudo ser visto durante los días que duró la exposición “Ahora o Nunca”, del 19
al 24 de junio de 2023.
Imágenes 17, 18 y 19: Mural en vivo
realizado en la UNI el 19 de enero de 2023. Jorge Miyagui. Pintura látex sobre
muro. 2023.
Al cierre de este texto, el régimen ha roto el equilibrio de poderes controlando instituciones claves para la democracia como el Tribunal Constitucional, la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía de la Nación y van por más. Las décadas de neoliberalismo han profundizado la desigualdad y debilitado la organización social. Se defiende el modelo económico autoritariamente y a costa de la vida de las más pobres, los medios de comunicación hacen eco de las narrativas impuestas por las clases dominantes. Sin embargo, a pesar de toda la represión y el abuso, siempre viene bien recordar, como en los noventa, que en tiempos de dictadura el silencio es cómplice. El tiempo de resistir y hacer historia es este tiempo, es ahora. En el momento presente nos jugamos el sentido de la historia: la idea del futuro y el sentido del pasado. Al compartir lo hecho y sentipensado en mis últimas vueltas al sol, espero generar resonancias significativas y nuevos vínculos.
Referencias
Bauman,
Z. (2003). De peregrino a turista, o una breve historia de la identidad. En: Hall,
S. y du Gay, P. (Eds.), Cuestiones de
Identidad Cultural (pp.40-68). Buenos Aires, Argentina: Amorrortu.
Chul Han, B. (2014). El aroma del tiempo. Un ensayo
filosófico sobre el arte de demorarse. Barcelona, España: Herder.
Jameson, F. (1999). El giro
cultural: escritos seleccionados sobre posmodernismo 1983-1998. Buenos Aires, Argentina:
Manantial.
Jara, V. (1971). El derecho de vivir en paz [Canción]. En El
derecho de vivir en paz.
DICAP.
Mariátegui, J.C. (1988). La escena contemporánea. Lima, Perú: Minerva.
Miyagui, J. (2023). ¡Ahora o Nunca! Desobediencia e
incertidumbre. Centro Cultural Cholo Terco.
Rosa, H. (2020). Lo indisponible. Barcelona, España: Herder.
Sibilia, P. (2008). La intimidad como espectáculo. Buenos Aires, Argentina: Fondo de
Cultura Económica de Argentina.
[2] La historia de Villa El Salvador está vinculada a luchas sociales.
Su inicio se remonta a tomas de tierra al sur de Lima. Fue considerado un
ejemplo de organización y autogestión popular.
[3] Con los años aprendí que también es bueno tener una mirada
exterior al proceso creativo. Eso es lo que hace una curadora o curador: dar
una perspectiva distinta.
[4] “Desahueving” alude a “desahuevarse” que, en jerga usada en el Perú,
significa “despabilarse”. El concepto ya lo había usado en mi segunda
individual CONTRAPODER. Espacios de
resistencia realizada en la Galería Municipal Pancho Fierro en 2002.
[5] Susy Díaz es una conocida figura de la
televisión peruana y de la prensa de espectáculos.
[8] Los términos “terruco” y “terruca”, se usan
coloquialmente para acusar a alguien de terrorista. En el Perú, el llamado
“terruqueo” es una estrategia de estigmatización social para deslegitimar posiciones progresistas o de izquierda.
[9] Como se menciona en el texto curatorial, Byung-Chul Han resignifica dos
metáforas planteadas por Zygmunt Bauman al abordar el tema de la identidad. Frente
a la metáfora del turista, para quien todas las vivencias son un aquí y ahora
con la misma intensidad, antepone la figura del peregrino, quien valora cada
momento del andar como experiencia única y plena de significado. Dar sentido
histórico a la vida consistiría en tener una narrativa, es decir, conectar críticamente
pasado, presente y futuro.